Antes de realizar un trabajo, una piensa en el diseño, de que manera hacerlo, que materiales se han de comprar, cuanto tiempo voy a dedicarle, hacia quien va a ir dirigido....no sólo es sentarse y engarzar piezas.
Una vez hecho, no se acaba ahí la cosa, viene entregarlo e intuir si realmente al cliente le gusta o no.
Normalmente te lo dicen en persona y aun no se me ha dado el caso de decirme alguien....no era así como lo quería (y mira que yo soy doña erre que erre y pregunto infinitas veces si realmente les ha gustado).
Así que siempre me quedo con la cosilla de....me habrá dicho que le gusta y y no me esta diciendo la verdad?.....es la incógnita que siempre viene conmigo.
Pues bien, en la mayoría de las ocasiones, sin yo preguntar, suena el whatsapp o el Facebook y me dan la alegría del día.....tus pulseras gustaron muchísimo, llevo puesto el collar que me hiciste y no me gusta, me encanta!,.....y yo me pongo anchiiiisima, jeje, porque en ese instante, para mi, mi trabajo está totalmente acabado y con la gran satisfacción de que la persona que lo disfruta esta contenta con ello.
FELIZ!!!
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